Los fiordos, los glaciares, los lagos, las ciudades y pueblos primorosamente cuidados nos transmiten paz, pero la paz es un bien escaso y tremendamente oneroso que en ocasiones pasa factura.
La tranquilidad de estos/as rubios/as y esbeltas/tos apenas seis millones de habitantes, con un PIB. que es el más alto del mundo, tenía "el enemigo en casa", un joven, rubio, alto, guapetón, culto, director de una granja bio (...)que cultivaba. Vamos que "un ciudadano ejemplar", que también cultivaba odio hacia el otro, hacia el distinto, hacia si mismo probablemente....se erigió de pronto en el "nuevo redentor de la raza aria", de la cual fueron víctimas unos jóvenes inocentes (hijos del diablo...)convocados por el Partido Laborista en la isla de Utoya.
El matador heredero distinguido de un Hitler, que sigue resucitando en estos monstruitos y que además´, escuchan "la palabra de Dios" y que con su empecinamiento, terminan exterminando "infieles", son son ZUMBADOS, ¡YA ESTÁ BIEN, POR FAVOR!!!. Dejemos esa justificación facilona.
Este vikingo moderno, como tantos otros que ha habido y que lamentablemente habrá, montó minuciosamente esta carnicería, por tanto, el diablo y su cerebro "gozaban de perfecta salud", como casi siempre.
Noruega, sin duda seguirá bella y altiva, pero a partir de ahora al igual que todos nosotros, tendremos que mirar debajo de nuestras camas, no vaya a ocurrir que se nos cuele una alimaña y que cumpliendo un mandato de algún iluminado o religión, nos envié al infierno de una estocada a redimir nuestras culpas...
Vigilemos nuestra casa, el enemigo puede estar en ella y no fuera.
Martín Mujica
Madrid, 26/07/11
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